CREATIVE FUSION – A New Mural in Clark-Fulton Honors Gina DeJesus: Gisela McDaniel, Detroit
Detroit, Michigan-based artist Gisela McDaniel has been working with her partner Tony Rave on a mural that is sure to become a landmark in Clark-Fulton. Her subject is Georgina DeJesus, co-founder with her cousin Sylvia Colon, of the Cleveland Family Center for Missing Children and Adults. DeJesus is known around the world as one of three women abducted, chained, and abused for ten years in a house on Seymour Avenue. She, along with Amanda Berry and Michelle Knight, escaped in 2013 when Berry got the attention of neighbors and called police. The house has since been demolished.
The mural is being created under the auspices of MetroWest—the neighborhood’s community development corporation—with support from the Cleveland Foundation’s Creative Fusion program, which this year takes as its theme the Spanish word CONTAR, in honor of the 2020 US census. The word means both “to count” and “to tell a story.” It’s a potent message for the neighborhood, where language barriers, fears of police and other government interaction often prevent people from being counted in the census, and keep their stories from being told.
The location of the mural lends its own gravitas to the project: It’s on the Astrup Building, an 80,000 square-foot, former manufacturing building being redeveloped by the Foran Group. Besides its location near Seymour Avenue, it resonates as home to the Center for Missing Children and Adults. It also will be home to the Cleveland Museum of Art, and to LatinUs, a Spanish-language theatre company also participating in the Creative Fusion program this year.
McDaniel has a BFA from the University of Michigan, and is a member of the intersectional feminist collective, Detroit Art Babes. This is her first public mural project, though her partner Tony Rave has painted multiple murals around Detroit. She began making oil paintings of women who have survived sexual violence in 2016. A survivor herself, she began to reach out to others as a way to talk about it, to help herself heal. “I needed a way to talk to people, and to be heard and understood. When I found that in my community, it really helped me,” she said. She thinks of her artistic practice as a service she offers to people who want to go through the healing process of telling their story.
“We have a story-sharing exchange, focusing not on moments of violence, but about how we move forward. Then in exchange for people telling me a story I would give them a figure drawing.” That developed into the practice she has today.
McDaniel asks her subjects to talk about what happened, and to tell her something that significantly affected them and created hurdles in their lives. She asks how it affected their mental and physical health. “I wanted to hear about that from other people,” she says. “I felt a lot of stress for years. It was also something I couldn’t talk about. I was silently suffering.” And she also asks how those events affect the way they move through the world, whether it be professional settings, family life, or any aspect of their life. Many of her subjects have worn ski masks during the interview.
Immediately after the conversation, she photographs the interviewee. The photos become source material for the painting. “It is really important to me that they make eye contact with the camera, because they will be making eye contact with the subject,” McDaniel says. “Confronting the male gaze is something I think about all the time.”
Initially, she met her subjects by word-of-mouth, after presenting her work in exhibits in Detroit. “I was in an event where I felt safe and I said ‘hey here is the work I do, if you are interested in being a part of it, let me know, I will come to you.’ I found about twenty people. But since that show I have taken it to Instagram and other platforms.”
She estimated that by spring 2020 she had exchanged stories with and painted approximately fifty women.
In preparation for the mural at the Astrup building, she corresponded by email with DeJesus and Colon in the spring, and in July made the trip to Cleveland to meet face-to-face. “I had heard the story [of the abductions], but I was pretty young when that happened,” she said. As is her practice, she wants to find out what the subject wants from the painting. While many of the paintings she has done through this process have been nudes, and have included audio components during exhibitions, the setting—an outdoor mural in a neighborhood full of families—may affect the finished work.
“I really need to figure out what Gina wants out of it. Maybe it is a moment when we can just celebrate her image. I am interested in just getting to know her. I don’t know if there will be an audio component. It might just be about celebrating someone, and that is OK with me. At the end of the day it is really what the subject wants that is important to me.”
Desafío a la mirada masculina: un nuevo mural en Clark-Fulton honra a Gina DeJesus
Gisela McDaniel, Detroit
Gisela McDaniel, artista plástica radicada en Detroit, Michigan, ha estado trabajando con su compañero Tony Rave en un mural que seguramente se convertirá en un hito en la barriada de Clark Fulton. Su tema es Georgina DeJesus, cofundadora, con su prima Sylvia Colon, del Centro Familiar para Niños y Adultos Desaparecidos de Cleveland. DeJesus es conocida en todo el mundo como una de las tres mujeres secuestradas, encadenadas y maltratadas durante diez años en una casa en la avenida Seymour. Ella, junto a Amanda Berry y Michelle Knight, escapó en el 2013 cuando Berry atrajo la atención de los vecinos, quienes llamaron a la policía. La casa ya ha sido demolida.
El mural se está creando bajo los auspicios de MetroWest, una corporación de desarrollo comunitario, con el apoyo del programa Fusión Creativa de la Fundación Cleveland, que este año toma como tema la palabra CONTAR, en español, en honor al censo poblacional 2020 en los Estados Unidos. En español, contar tiene dos acepciones importantes para el tema del programa de Fusión Creativa. Por una parte, se refiere al conteo numérico, y por otra, a la narración de una historia. En este sentido, constituye un mensaje potente para el vecindario, donde las barreras del idioma, el temor a la policía y otras interacciones gubernamentales impiden con frecuencia que se contabilice a las personas en el censo, y que se narren sus historias.
La ubicación del mural añade dignidad al proyecto: está en el Edificio Astrup, una antigua fábrica de 80,000 pies cuadrados que ha sido reconstruida por el Grupo Foran. Además de su ubicación cerca de la avenida Seymour, el mural llamará la atención sobre el Centro para Niños y Adultos Desaparecidos. El Edificio Astrup albergará, también, al Museo de Arte de Cleveland y a LatinUs, una compañía de teatro en español que participa en el programa Fusión Creativa este año.
McDaniel tiene una licenciatura en Bellas Artes de la Universidad de Michigan, y es miembro del colectivo feminista Detroit Art Babes. Este es su primer proyecto de mural público, aunque su compañero Tony Rave desde el 2016 comenzó a hacer pinturas al óleo de mujeres que han sobrevivido a la violencia sexual. Sobreviviente ella misma a este tipo de violencia, McDaniel empezó a acercarse a los demás como una forma de expresar sus propios sentimientos, para ayudarse a sí misma y sanar. “Necesitaba una manera de hablar con la gente, y ser escuchada y entendida. Cuando logré encontrar eso en mi comunidad, realmente me ayudó ”, dijo. Ella piensa en su creación artística como un servicio que ofrece a las personas que desean pasar por el proceso de curación mediante la narración de sus historias.
“Tenemos un intercambio de historias que no se centra en los momentos de violencia, sino en cómo avanzamos. Luego, a cambio de que la gente me cuente una historia, yo les ofrezco un dibujo”. Esta dinámica se ha transformado en su quehacer actual.
McDaniel les pide a sus interlocutoras que hablen de lo que sucedió y que le cuenten algo que las haya afectado de manera significativa, y se haya convertido en un obstáculo en sus vidas. Ella se interesa por las afectaciones a la salud mental y física. “Quería escuchar las historias de otras personas”, dice ella. “Sentí mucho estrés por años. También era algo de lo que no podía hablar. Estaba sufriendo en silencio”. También pregunta cómo esos hechos han afectado la forma en que se mueven por el mundo, ya sea en entornos profesionales, en la vida familiar o en cualquier aspecto de su vida. Muchas de sus interlocutoras ocultan sus rostros durante la entrevista.
Inmediatamente después de la conversación, ella fotografía a las entrevistadas. Las fotos se convierten en material de partida para la pintura. “Es realmente importante para mí que hagan contacto visual con la cámara, porque harán contacto visual con el espectador”, dice McDaniel. “El desafío a la mirada masculina es algo en lo que pienso todo el tiempo”.
Inicialmente, conoció a sus interlocutoras de manera informal, de boca en boca, después de presentar su trabajo en exposiciones en Detroit. “Estuve en un evento en el que me sentí segura y dije ‘hey, aquí está el trabajo que hago, si estás interesada en ser parte de él, avísame, iré a verte’. Logré contactarme con unas 20 personas. Pero después he llevado información sobre el proyecto a Instagram y a otras plataformas”.
Según Gisela McDaniel, para la primavera del 2020 ya había intercambiado historias y pintado aproximadamente a 50 mujeres.
En preparación para el mural en el Edificio Astrup, McDaniel mantuvo correspondencia por correo electrónico con DeJesus y Colon en la primavera, y en julio hizo un viaje a Cleveland para encontrarse cara a cara. “Había escuchado la historia [de los secuestros], pero era bastante joven cuando eso sucedió”, dijo. Como es habitual, ella quiere saber qué quiere el sujeto de la pintura. Si bien muchas de las pinturas que ha realizado a través de este proceso han sido desnudos y han incluido componentes de audio durante las exposiciones, el escenario, un mural al aire libre en un vecindario lleno de familias, puede afectar el trabajo terminado.
“Realmente necesito descubrir qué quiere Gina con esto. Tal vez sea un momento en el que podamos celebrar su imagen. Estoy interesada en conocerla. No sé si habrá un componente de audio. Puede que solo se trate de celebrar a alguien, y eso está bien para mí. Al final del día, es realmente lo que la mujer quiere lo que es importante para mí ”.
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