Creative Fusion: Cleveland Institute of Art – Yasniel Valdes (Havana) & Matthew Hollern (Cleveland)
El mismo articulo aparece abajo en traduccion Espanol.
Traveling Talent
When Matthew Hollern visited La Havana with Creative Fusion to scout for a talented visiting artist at CIA Jewelry Department, he had some candidates in mind. The one that really impressed him was Yasniel Valdes, not only for his artistic sense and quality of craft, but also for a formal sophistication indicating eagerness to expand knowledge through travels and study.
Before his coming to Cleveland in the fall, Yasniel’s professional engagements this year brought him already to Kuwait, a destination where his production was well received even if he did not find on the ground that widespread appreciation for modernity he had guessed by just considering from the outside the design achievements of Emirate’s new architecture.
For him, traveling is also an occasion to observe how being raised and taught in Cuba gave him, besides the confidence of belonging to a rich cultural environment, a technical and esthetical backbone that facilitates his growth as an artist by affording him alternative experiences in learning. It was during a tourist trip to Spain, when he had the chance of taking a torch-enameling workshop, that his passion for jewelry became serious.
This discipline in Cuba is notoriously challenging because of scarcity of tools and materials, but it’s this very challenge of implementing resourcefully all the stages toward the finished product that Yasniel finds creatively defining of his work’s identity. He feels that a wealth of possibilities sometimes stunts the power of invention by not testing the maker with limits; furthermore, material scarcity does not really affect the designing aspect, which is rooted in conceptual “figuring it out” and working around difficulties.
Another inspiring destination was Mexico, a country that traditionally kept a lively cultural exchange with Cuba. While expecting mostly to see traditional artwork and mass-produced pieces, he was surprised by the vitality of the art scene and the widespread promotion of young designers’ work. Especially in the capital he noticed how a positive environment derives from the encounter of disparate generational visions, nationalities and techniques, united with a tangible effort from museums and galleries to promote local and international artists.
And what does Yasniel expect of his visit to Cleveland this Fall? Having learned from traveling that nothing can substitute actual witnessing of place and culture, he hopes to find more people like Hollern himself accepting him not as some token product of a cultural exchange, but as a maker with meaningful experience and limitless curiosity.
Talento viajero
Cuando Matthew Hollern llegó a La Habana con otros integrantes del programa Creative Fusion en busca de un artista con talento que visitara el Departamento de Joyería del Instituto de Arte de Cleveland (CIA, por sus siglas en inglés), iba con algunos nombres en mente. Sin embargo, quien más lo impresionó fue Yasniel Valdés, y no solo por el sentido artístico y la calidad de su trabajo, sino sobre todo por una sofisticación formal que es muestra de su empeño por aprender más a través de viajes y estudios.
Antes de llegar a Cleveland en el otoño, Yasniel Valdés ha cumplido ya compromisos de trabajo en Kuwait, un sitio donde es reconocido por su obra. Sin embargo, para Valdés resulta contrastante que el público kuwaití no muestre un aprecio general por el diseño contemporáneo, siendo que los logros arquitectónicos en el área son notorios.
Para Valdés, viajar le ofrece la oportunidad de observar cómo el haber sido criado y educado en Cuba le ha dado, además de la confianza en un sentido de pertenencia a un ambiente culturalmente muy rico, una técnica y una estética sólidas que fortalecen su crecimiento artístico al facilitarle los medios para experiencias de aprendizaje alternativas. Por ejemplo, fue durante un viaje a España, cuando pudo participar en un taller de esmalte al fuego, que su pasión por la joyería se tornó algo serio. Hacer joyería en Cuba no es fácil debido a la escasez de materiales y equipos, pero es precisamente en este desafío en el que Yasniel Valdés encuentra la creatividad definitoria de la identidad de su trabajo. Él cree que la abundancia de posibilidades a veces atenta contra el poder creativo al no imponer límites al artista. Además, la escasez de materiales en realidad no afecta el lado visionario del diseño, el cual está enclavado en soluciones conceptuales y en trabajar a partir de las dificultades. México, un país que tradicionalmente ha mantenido buenas relaciones culturales con Cuba, ha sido otro de los sitios donde Yasniel Valdés ha aprendido mucho. Valdés esperaba encontrarse allí con artesanías tradicionales y piezas producidas de manera masiva; sin embargo, quedó gratamente sorprendido por la vitalidad de la escena artística y la amplia promoción que se hace del trabajo de los más jóvenes diseñadores. En la capital en especial él sintió un ambiente muy positivo derivado del encuentro entre las visiones dispares de diferentes generaciones, nacionalidades y técnicas, unido al esfuerzo tangible de museos y galerías por promover a artistas locales e internacionales. ¿Qué espera entonces Yasniel Valdés de esta visita a Cleveland en el otoño? Por experiencia ya sabe que nada sustituye el contacto directo con un lugar y su cultura, por lo que anticipa encontrar a personas como Hollern que lo acepten no como una consecuencia del intercambio cultural entre Cuba y Estados Unidos, sino como un creador con una experiencia valiosa y con una curiosidad ilimitada.
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