Collective Arts Network: Laura Ruiz Montes / Ediciones Vigia (Matanzas, Cuba) & Damaris Punales Alpizar (Cleveland)

El mismo articulo aparece abajo en traduccion Espanol.

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Books Endure as Three-Dimensional, Mixed-Media Sculpture

I often wonder about the future of books. I do not worry about the content. Humans are not going to stop letting their imaginations run wild, telling stories, recounting history or pondering philosophical and social facts. But inevitably, in time, technology will change the way we communicate the written word, just as Gutenberg’s press replaced the illuminator and the scribe.

Historically, our need to communicate our thoughts and knowledge to a larger audience in an economical and efficient way has superseded the integrity and beauty of the media that we use. Thus, I often wonder about the permanence and importance of the book as an object to be experienced beyond reading its content. Books as objects seem to be condemned to a precarious future and join the nostalgic shelves alongside the vinyl record and the black and white camera film.

However, after visiting the show “From the San Juan to the Cuyahoga: Artist Books from Ediciones Vigia” and listening to a panel of speakers about small press literary and artist book publishing in Cleveland and Cuba at Waterloo Art Gallery, I can envision a future where artist books, whether created in artisanal ways or aided by advances in printing technology, will preserve the value of books as beautiful objects that we want to have and display at our home libraries.

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The artist books presented by Laura del Carmen Ruiz Montes, chief editor of Ediciones Vigia, are a magnificent example of the marriage of form and function. Each book is a unique piece of visual art; a tridimensional mixed media sculpture designed to enhance the literary work in its pages. Each book is the result of a labor-intensive creative process. A graphic designer in collaboration with the author of the book creates a prototype that is sent to Vigia’s print shop where ten full-time workers manually put together a limited edition of 200.

Ediciones Vigia is a completely atypical editorial house in Cuba. It was founded in 1985, during a period of Soviet-subsidized, economic abundance. The use of recycled materials, fabrics, sea shells and other natural materials are not a result of scarcity during the recent hard economic times in Cuba, but the result of a carefully considered aesthetic conceived at Ediciones Vigia’s foundation to unleash the power of creativity and design.

When asked about the value of Ediciones Vigia’s artisanal production methods versus using a more economically practicable one, Laura responded “If you look at it rationally, we are like medieval monks reproducing manuscripts under candle light. But there is no other way that we like to do it.”  She is right. If books as objects are to survive the digital tsunami of the 21st century, we might need to put the care and devotion of medieval monks in their design and production.


 

La persistencia de los libros como esculturas tridimensionales

 A menudo me pregunto sobre el futuro de los libros. No me preocupa el destino del contenido. Los seres humanos no van a detener su imaginación, ni van a dejar de narrar cuentos, relatar historias o reflexionar sobre hechos filosóficos y sociales. Pero inevitablemente, con el tiempo, la tecnología cambiará la forma en que comunicamos la palabra escrita, de la misma manera que la prensa de Gutenberg reemplazó al iluminador y al escribano.

Históricamente, nuestra necesidad de comunicar nuestros pensamientos y conocimientos a un público más amplio de una manera económica y eficiente ha superado la integridad y la belleza de los medios de comunicación que utilizamos. Así que con frecuencia pienso acerca de la permanencia y la importancia del libro como un objeto que pueda ser experimentado más allá de la lectura de su contenido. Los libros como objetos parecen estar condenados a un futuro precario y a unirse a los estantes de la nostalgia, junto al disco de vinilo y al negativo de cámara en blanco y negro.

Sin embargo, después de visitar la muestra “Del San Juan al Cuyahoga: Libros artísticos de Ediciones Vigía”, en la Galería Waterloo Art , y de escuchar a un panel de ponentes sobre la pequeña prensa literaria y la publicación de libros artísticos en Cleveland y en Cuba, puedo imaginar un futuro donde los libros artísticos, ya sean creados de manera artesanal o auxiliados por los avances en la tecnología de impresión, preservarán el valor de objetos bellos que deseamos coleccionar y mostrar en nuestras bibliotecas personales.

Los libros de artista presentados por Laura Ruiz Montes, editora principal de Ediciones Vigía, son un magnífico ejemplo de la fusión entre forma y función. Cada libro es una pieza de arte única; una escultura tridimensional de materiales mixtos diseñada para realzar la obra literaria en sus páginas. Cada libro es el resultado de un intenso proceso creativo en mano de obra. Un diseñador gráfico en colaboración con el autor del libro crea un prototipo que se envía a la imprenta de Vigía, donde diez trabajadores a tiempo completo producen manualmente una edición limitada de 200 ejemplares.

Ediciones Vigía es una editorial completamente atípica en Cuba. Fue fundada en 1985, durante un período de abundancia económica subvencionada por los soviéticos. El uso de materiales reciclados, telas, conchas marinas y otras materias primas naturales no son el resultado de la escasez de los tiempos difíciles de las últimas décadas en Cuba, sino el resultado de una estética cuidadosamente pensada desde la fundación de Ediciones Vigía para liberar el poder de la creatividad y el diseño.

Cuando se le preguntó a Laura sobre el valor de los métodos de producción artesanales de Ediciones Vigía versus el uso de un método más económicamente viable, ella respondió: “Si lo miras racionalmente, somos como monjes medievales que reproducen manuscritos bajo la luz de las velas. Pero esa es la única manera en que nos gusta hacerlo”. Ella tiene razón. Si los libros como objetos han de sobrevivir al tsunami digital del siglo XXI, probablemente necesitaremos poner el cuidado y la devoción de los monjes medievales en su diseño y producción.